sábado, 2 de enero de 2010

"El impulso irracional"

Comenzamos un nuevo año y es el momento de los buenos propósitos y de analizar también cómo nos ha ido en el año anterior.

Cuando echamos la vista atrás encontramos situaciones en las que hamos reaccionado de forma irreflexiva; nosotros mismos no encontramos una explicación a nuestro comportamiento... ¿no te ha pasado nunca?

El libro "El impulso irracional", de Ori Brafman y Rom Brafman (ed.
Espasa, 2009), nos acerca a esta problemática.

"De cuando en cuando aparece un libro que no solo pone en entredicho nuestras visiones del mundo, sino que cambia nuestra forma de pensar."

¿No te lo crees? Pues la lectura de "El impulso irracional" terminará por convencerte, estoy seguro. Los autores nos plantean una pregunta inquietante, ¿por qué, en determinadas situaciones, nos comportamos de una forma irracional? Podemos pensar que son exagerados, que a nosotros eso no nos ocurre, pero los ejemplos que van presentando a lo largo de El impulso irracional, nos llevan a una conclusión evidente y preocupante: "aunque la mayoría de nosotros creemos ser racionales, estamos mucho más inclinados a la conducta irracional de lo que somos conscientes". Si lo pensamos bien, seguro que todos nos hemos preguntado alguna vez, "¿Por qué hice esa tontería? o, ¿por qué no actué de otra manera?".

Además de convencernos de que hay fuerzas que nos dominan cuando tomamos decisiones y de que todos somos susceptibles de caer bajo su influencia, los autores van más allá y nos ayudan a reconocer y comprender cómo actúan esas fuerzas para poder contrarrestarlas: "¿Qué fuerzas psicológicas subyacen en nuestras conductas irracionales? ¿Cómo logran dominarnos? ¿Cuándo somos más vulnerables a ellas? ¿Cómo afectan a nuestras carreras? ¿De qué forma influyen en nuestras relaciones empresariales y personales? ¿Cuándo ponen en riesgo nuestras finanzas e incluso nuestras vidas? ¿Y por qué no nos damos cuenta cuando nos están dominando?".

El suceso que El impulso irracional toma como punto de partida es impactante. Se trata del accidente de aviación en el aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, ocurrido el 27 de de marzo de 1977, en el que fallecieron 583 personas — el accidente con mayor número de víctimas en la historia de la aviación. Entre varios factores fatídicos que se unieron para provocar el accidente, destaca la decisión precipitada e irresponsable del comandante Van Zanten de despegar sin tener el permiso de la torre de control. ¿Qué le llevó a un piloto experto y reconocido a desechar el protocolo y olvidarse de la seguridad? Una fuerza psicológica invisible desvió a Van Zanten del camino de la razón. Los siguientes capítulos analizan las fuerzas que influyeron en la decisión de Van Zanten.

Este trágico suceso sirve como ejemplo para conocer la naturaleza de estas fuerzas que nos influyen en las diferentes situaciones de nuestra vida. Aunque afortunadamente en la mayoría de los casos no tienen las repercusiones que en el caso de Van Zanten, sí que son decisiones que pueden afectar gravemente a nuestra vida y a la de los que nos rodean. Los autores diseccionan todas las áreas de la sociedad, mostrando ejemplos sacados de la actualidad que tienen que ver con situaciones cotidianas y caseras, en unos casos, y muy conocidas en otros: los pasillos de un supermercado, el draft de la NBA, programas de formación en el ejército, la contratación de una compañía telefónica, el alquiler de un coche, las tácticas de un equipo de fútbol americano, la búsqueda científica del eslabón perdido, entrevistas de trabajo, la compra de una vivienda, el concurso ¿Quién quiere ser millonario?, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, la guerra de Irak, etc.

Con una precisión de cirujano, se desvelan experimentos e investigaciones que demuestran cómo estas fuerzas nos dominan en nuestras decisiones. Surgen así situaciones fascinantes que demuestran la complejidad de nuestra mente, como las que destaco a continuación:

¿Qué llevó al público del programa ¿Quieres ser millonario? en Rusia y en Francia a contestar las respuestas erróneas cuando los concursantes elegían el comodín del público?

¿Por qué los pasajeros del metro de Washington pasaban de largo mientras Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, tocaba en el vestíbulo de la estación?

¿Qué razones movieron al equipo de Portland a no elegir en el draft al que llegó a ser el mejor jugador de baloncesto del mundo?

¿Por qué los clientes se negaron a comprar los perritos calientes en un puesto que los vendía a mitad de precio que su competidor?

¿Por qué el presidente Johnson no llevó a cabo su campaña más ambiciosa: "la guerra contra la pobreza" y "conceder a los afroamericanos y otras minorías los derechos que merecían"?

Esto es solo un ejemplo de todas las situaciones planteadas que nos hacen comprobar con asombro, cómo estas fuerzas no hacen distinción de clases y afectan tanto al ciudadano de a pie como a científicos, médicos, políticos, economistas, empresarios, etc. Después de identificar y analizar cada fuerza con un estilo claro y muy ameno, el capítulo final está dedicado a los antídotos necesarios para impedir que las corrientes nos arrastren, porque durante nuestra vida "estamos enviando y recibiendo pistas y mensajes sutiles de forma permanente, dominando y dejándonos dominar, aun cuando a nuestro cerebro racional no se le haya permitido entrar en el secreto".

La lectura de El impulso irracional me ha hecho reflexionar sobre nuestra actitud prepotente ante la vida; nos creemos libres, autosuficientes, pero somos mucho más débiles de lo que pensamos y estamos esclavizados: "Al vivir en una época en la que hemos logrado predecir huracanes, tratar enfermedades con complejas intervenciones médicas, cartografiar el Universo y recogerlos beneficios de proyectos empresariales sistematizados, es fácil olvidar que, bajo la superficie, nosotros los humanos seguimos influidos por fuerzas psicológicas irracionales, capaces de socavar una perspectiva lógica del mundo que nos rodea". Aunque, eso sí, independientemente de las influencias exteriores e interiores, somos los últimos responsables de nuestras acciones.

Espero que esta reseña te haya influenciado lo suficiente para que comiences a leer el libro… pero tranquilo porque, si lo haces, no será una decisión irracional…

(Reseña publicada en MujerdeHoy.org)

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