sábado, 20 de agosto de 2011

"El alquiler del mundo"

"El alquiler del mundo", de Pablo Sánchez (Destino, 2010), novela ganadora del Premio de Novela Francisco Casavella, 2010, es una crítica feroz al sistema capitalista y al modelo consumista de nuestra sociedad.


César es un ejecutivo de Madrid que trabaja en Trántor, una empresa que ha sido elegida entre las 10 empresas españolas del año. Su director, Enrique Lezama, presume de ofrecer una imagen de compromiso social con una filosofía de contribución a la cultura del desarrollo económico dentro y fuera de España.
La empresa se encuentra a punto de obtener un proyecto por parte del Banco Mundial que supondría su consolidación definitiva en el ámbito internacional. Su gran problema es Center, la empresa rival, con Benjamín Krakowski al frente, un enigmático personaje que es el alma y cerebro de la empresa. Lezama teme un movimiento de los rivales y se encuentra con una situación incómoda en su oficina de Barcelona. Parece un lugar maldito desde que una de sus empleados, Yolanda, comenzó una campaña en contra de la empresa hasta que fue internada en un centro psiquiátrico.

Lezama le encarga a César la dirección de la oficina, para poner orden, cortas cabezas y recuperar la productividad para que el proyecto del Banco Mundial no corra peligro. Para César la propuesta llega en un momento en el que su matrimonio hace aguas, después de un episodio trágico vivido dos años atrás, cuyas circunstancias se irán desvelando a lo largo de la novela.

Cuando César llega a Barcelona se encuentra con un personal desmotivado y descubre que el fantasma de Yolanda sigue influenciando a sus antiguos compañeros. Tendrá que tomar decisiones drásticas y se encontrará con una empleada fascinante, Sara, una mujer en apariencia ingenua, pero que cambiará su perspectiva de forma radical.

El desarrollo de los acontecimientos será muy diferente a lo que César había planeado y se encontrará con su carrera profesional pendiente de un hilo. Empezará a sospechar que puede ser una marioneta en manos de su maquiavélico jefe, un ex ministro que conoce lo más sucio de las cloacas del poder.

La novela tiene un argumento muy original, con una intriga que se mantiene hasta el final y unos personajes patéticos, con vidas rotas y vacías, en manos del dios del, sin otras motivaciones que el éxito profesional. Estamos ante una sociedad en la que no hay ideologías, no existe la derecha ni la izquierda, sólo la dictadura del dinero y el poder. Uno de los personajes expone que en este mundo ya no hay lugar para Dios, son otros los dioses que el hombre se ha fabricado. Las nefastas consecuencias de esta decisión las descubriremos a lo largo de la novela.

El autor realiza una crítica feroz al sistema capitalista, encarnado en un personaje llamado el Anarquista que ha puesto en funcionamiento un juego piramidal en torno a una cámara de super 8 que ilustra de forma magistral el absurdo de la fiebre consumista que culmina con el burbujas que explotan, como la inmobiliaria que estamos sufriendo en la actualidad.

Los personajes de la novela son ricos en matices y representan lo más zafio y miserable de la condición humana, en una trama en la que encontramos juego sucio, avaricia, seres humanos tratados como simples productos, especulación, veneración a los dioses dinero y poder, corrupción, etc. Una sociedad en la que los valores se han trastocado, lo malo aparece como bueno, y al revés; algo que ilustra Yolanda, a la que todos toman por loca, resultando ser la más lúcida.

Finalmente, en medio de la oscuridad, surge la esperanza de redención con una defensa de los valores que verdaderamente importan.

(Reseña publicada en MujerdeHoy).

Puedes comprar el libro en Popular Libros.

No hay comentarios: