miércoles, 18 de abril de 2012

El misterioso caso de la Peste Negra

El misterioso caso de la Peste Negra, de Eduard Mira (ed. Nowtilus, 2012) es el primer título de una colección de novelas históricas ambientadas en el siglo XIV que narran las intrigas de Godofredo Chaucer, autor de “Los Cuentos de Canterbury”, además de poeta cortesano, diplomático y agente secreto.


Asistimos a las intrigas del personaje de Godofredo en una mezcla de novela histórica, aventuras y elementos fantásticos y mágicos, con un estilo arcaico que sitúa al lector en el ambiente de la época.

La historia es presentada por Isabel de Loris, que se dispone a narrar las aventuras de su bisabuelo Corbino ocurridas 100 años antes, poniendo en su boca la narración de los hechos, “pues fue él quien las vivió, y he optado por hacerlo al estilo de esos retablos llenos de personajes y de escenas que tanto gustaban en el siglo que siento cómo fenece”.

De esta forma, iremos descubriendo cómo Corbino, un pícaro portuario, entra al servicio de Godofredo, convirtiéndose en su sirviente y amanuense. A través de los ojos de Corbino, conoceremos las aventuras de un personaje único, que se encuentra redactando el que será su libro más conocido, “Los Cuentos de Canterbury”, y que muestra múltiples caras a lo largo de su vida como “paje de un príncipe, soldado y cautivo de guerra, camarero y escudero real, además de espía y emisario a sueldo de otro príncipe”.

Chaucer recibe en su casa junto al Támesis, mensajes cifrados de un antiguo colega, un converso de origen sefardita, que le revelan peligrosos secretos y descubrimientos hechos por él en el curso de un periplo, entre real y literario, por Londres y los estados de la Corona de Aragón, Cerdeña, Sicilia, Nápoles, el Báltico, Baviera, el Mar Negro e, incluso, Constantinopla y el Asia interior.

Godofredo iniciará a su sirviente en los secretos de la resolución de enigmas y desciframiento de códigos para conocer, a través del mensaje recibido, el misterio del origen de la peste negra, enfermedad que había asolado Europa, y que seguía desconcertando a los médicos que proponían todo tipo de teorías, “unos afirman que la trae el mal aire; otro, con idéntica convicción, que las aguas emponzoñadas; otros, por fin, que si una conjunción maligna, que si un cometa malévolo”. Por supuesto, en una sociedad antisemita, el chivo expiatorio que buscaron finalmente fueron los judíos, acusados de su propagación, siendo sus barrios asolados a sangre y fuego.

El misterioso caso de la peste negra inicia una colección de aventuras y misterio con un curioso personaje histórico cuyas peripecias nos sorprenderán.

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