domingo, 9 de diciembre de 2012

Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos

Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos (Oberon, 2012) es una fantástica recopilación de curiosidades y pequeñas historias de esas que nunca encontramos en los libros de texto. Su autor, Javier Sanz, es el creador de la web Historias de la historia y este libro es una selección y ampliación de las mejores historias.


La obra aparece dividida en cinco partes, que nos harán disfrutar con la selección de episodios curiosos, sorprendentes, presentados además con un tono ameno y divertido. La primera sección está dedicada a la Edad Antigua, y en ella descubriremos que no hay nada nuevo bajo el sol. Viajaremos a esta época y conoceremos “cómo era su vida, su muerte, sus aciertos, sus miserias, qué les debemos y, a la vez, rendirles nuestro pequeño tributo”.

Desde el principio el autor nos cautiva y sorprende mostrándonos cómo la jubilación fue un invento de los romanos, revelándonos también cuál el primer cuerpo de bomberos, de buceadores profesionales, anticonceptivo femenino o la primera huelga, la cena más cara y cómo funcionaban las estaciones de servicio romanas.

En la segunda parte nos adentramos en plena Edad Media, gobernada por Reyes y Califas. La relación de 20 impuestos medievales que los pobres ciudadanos tenían que pagar nos quitará las ganas de quejarnos por la subida del IVA. Una vez repuestos del susto, nos deleitaremos con el increíble relato del lepero que fue rey de Inglaterra además de conocer un comic medieval, leyendas urbanas, la marie claire medieval, la correspondiente lista de reyes godos, una batalla ganada por un clavo, una terrible relación de los aparatos de tortura de la Inquisición o la batalla naval más grande la historia que, como no podía ser de otra forma, se realizó en China.

Entramos después es la época del Renacimiento, Descubrimiento y Revolución con la Revolución Francesa como colofón. Las curiosidades se siguen multiplicando con el cepillo de dientes se inventó en la cárcel, un español que falleció en la casa de George Washington o como este se llevó un libro de la biblioteca que tardó en devolverse 221 años. Entramos en territorio “Iker Jiménez” en el año 1783 con los franceses repeliendo el primer ataque OVNI, enterrados vivos y continuaremos con las sorpresas al descubrir un libro hecho con la piel de un jesuita, curiosas guerras como la de los pasteles o la sandía y cómo se transportaban las vacunas hace dos siglos.

La cuarta sección nos lleva ya hasta la historia más reciente, con el siglo de las Guerras Mundiales. Serán muchos los episodios desarrollados en estas dos guerras, como la tregua navideña de la Primera Guerra Mundial, el prisionero que fue canjeado por 600.000 cigarrillos, cómo la picaresca española engañó a los nazis o cómo el error de una traducción pudo desatar la III Guerra Mundial.

Y si pensabas que ya no podrías sorprenderte más, la última parte nos mostrará episodios muy curiosos protagonizados por animales como palomas kamikaze, moscas asesinas, perros prisioneros de guerra, abejas-soldado, luciérnagas héroes de guerra o ratas detectoras de minas antipersona.

El autor nos propone un reto en la contraportada: “Abrid el libro por cualquier página al azar y leed dos historias, si ninguna de ellas os sorprende u os hace esbozar una sonrisa... os pago un café”. Puede parecer una presunción, pero la verdad es que si eres de los que no encajan bien las derrotas, no aceptes esta apuesta, porque seguro que la perderás…

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