La costilla de Caín es la última novela del escritor Miguel Ángel Moreno. Después de culminar la Trilogía Praemortis y publicar La zarza de tres espinas, el autor da un nuevo giro a su obra ofreciéndonos una historia que se desarrolla en el Madrid de principios del siglo XX y en la que encontramos una mezcla de misterio, aventuras, esoterismo y mitología. Una encarnizada lucha entre el bien y el mal que desvela que los principales peligros se encuentran en el interior de la naturaleza del ser humano.
El recurso utilizado por el autor para presentarnos a su protagonista, el enigmático profesor John Baldinger y la riqueza del complejo perfil del personaje, abren la puerta a que podamos seguir disfrutando de nuevas aventuras y éste sea el comienzo de una exitosa saga.
Raúl Sibeud, actor de teatro fracasado, buscavidas de profesión, pícaro y seductor, hará de Watson del protagonista narrando en primera persona cómo se convirtió en el ayudante del misterioso profesor John M. Baldinger y colaboraron en su primera investigación juntos. Baldinger, profesor de zoología en la universidad de Bristol, se encuentra en Madrid y solicita la ayuda de Sibeud para que haga de guía y “hombre de los recados”. Lo que en principio es un trabajo aburrido y monótono cambiará de forma radical cuando la policía solicite su colaboración para investigar la misteriosa muerte de un diplomático francés, cuyo cadáver ha aparecido en su despacho.
Sibeud observará con estupor cómo su jefe analiza la escena del crimen y llega a la increíble conclusión de que el fallecido ha sido mordido por un tiburón. Conforme avanza la narración iremos conociendo detalles del pasado de Baldinger que nos aclaran el por qué es el hombre indicado para llevar a cabo una investigación paralela a la oficial, descubriremos que éste no es el primer caso que trasciende lo ortodoxo en el que se ocupa y cómo ha conseguido su fama de “biólogo controvertido, notable erudito y cazador sin parangón” y el rechazo de la comunidad científica al considerarle un loco excéntrico.
Alrededor del biólogo se formará un atípico equipo que, además del inspector de policía y del médico forense, contará también con otros fascinantes personajes como una mujer dotada de un peculiar don o un sacerdote en busca de venganza. En un Madrid donde la Gran Guerra es tema principal de conversación entre sus habitantes a pesar de la neutralidad de España, se desarrolla una investigación en la que Sibeud aprenderá a observar el mundo de forma diferente y descubrir que el profesor, un personaje al que consideraba tranquilo y aburrido, es una fuente inagotable de sorpresas y tiene una filosofía de vida que será clave en la investigación: “la ciencia no siempre tiene la respuesta. Como científico, procuro buscar la vía más razonable posible, pero cuando ésta no se presenta me niego a descartar una teoría alternativa que sobrepase nuestros actuales descubrimientos”.
La costilla de Caín es una novela que, como alguien advierte en su comienzo, debe leerse con mente abierta, un desafío a la razón que el autor aborda a través de un personaje que podríamos describir como una mezcla de Dupin, Holmes y Quatermain, con un toque inspirado en Lovecraft que aporta una atmósfera oscura a toda la trama. Si a esto le añadimos sociedades secretas, enigmas para descifrar, crímenes y engaños, el entretenimiento está asegurado.
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