- Además de leer a autores nórdicos como Mankell o Larsson y, especialmente, a la escritora italiana Donna León, la autora ha recibido el asesoramiento de los Mossos d’Esquadra y del escritor Andreu Martín. Uno de los personajes, la Subinspectora Manuela Vázquez, es un homenaje a Vázquez Montalbán.
- Carme Riera toma como punto de partida un suceso real, la desaparición el 13 de noviembre del 2007 de Romain Lannuzel, alumno Erasmus de su Universidad. El joven desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía hacia Sabadell y el caso todavía no ha sido resuelto. No iba a la clase de la escritora, pero ésta lo vivió de cerca porque era amigo de una de sus alumnas.
- La trama policial se desarrolla entre las paredes de la universidad, en noviembre de 2008, en medio de un ambiente convulso por la huelga y las protestas anti-bolonia, con los alumnos ocupando la universidad. Carme vio en este episodio una situación anómala y propicia para que “sucedan cosas anormales”.
- Además de la intriga y las protestas estudiantiles, la novela se adentra en problemáticas sociales como “la emigración, los valores de la gente joven o la falta de entendimiento entre las generaciones jóvenes y las de los mayores.”
Naturaleza casi muerta se inicia con la desaparición de Constantinu Iliescu, estudiante rumano de Erasmus de la Universidad Autónoma de Barcelona. Su novia, Laura Cremona, acompañada de sus amigos Marcel Bru y Domenica Cremona, denuncian los hechos, convencidos de que le ha sucedido algo malo, pero se encuentran con la pasividad y escepticismo tanto de la policía como de las autoridades universitarias, que creen que el joven ha desaparecido de forma voluntaria.
Una serie de trágicos y macabros sucesos provocará que cambien de opinión y comenzará una investigación en la que el mundo académico tendrá que cooperar con la policía, mientras descubren que algo oscuro y terrible se esconde detrás de las paredes de la Universidad, implicando a profesores y alumnos.
Entre los diversos personajes que protagonizan la historia, destaca Manuela Vázquez, subinspectora de la Universidad de Investigación, psicóloga y especializada en violencia de género. Su curiosidad innata le había llevado a hacerse policía, convencida de que “cualquier acción, incluso el peor de los crímenes, tiene una justificación. Por muy equivocada, inmoral o contra natura que sea. Los actos gratuitos no existen, siempre hay una causa que nos permite entender y rechazar, por supuesto, las razones del asesino”.
La lectura de la novela es ágil, amena, especialmente en su primera parte, con constantes revelaciones en cada capítulo y sucesos que van complicando la trama. Pero la autora no consigue mantener el nivel a lo largo de la historia, y la novela va decayendo hasta una resolución que no está a la altura de la trama planteada en el comienzo de la novela. Aún así estamos ante una novela muy recomendable para todos los aficionados al género, que disfrutarán tanto con la trama como con los personajes que la protagonizan.
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